En el entorno laboral, el calzado de seguridad no es un accesorio, es una salvaguarda vital para la salud y la integridad de los trabajadores. Junto con el vestuario laboral, es la selección más importante que se debe tomar para la seguridad de tus trabajadores. ¿Sabías que, según la norma EN ISO 20345:2022, las punteras deben soportar impactos de hasta 200J (equivalente a un objeto de 20 kg cayendo desde 1 metro) y una compresión de 15kN (1,5 toneladas)?
A continuación, vamos a explorar las normativas actualizadas más relevantes, las diferentes categorías de calzado y las recomendaciones para mantener un calzado seguro.
¿Qué ha cambiado en la normativa 2022?
La normativa europea EN ISO 20345:2022 ha introducido algunas novedades que todos los profesionales del sector deben conocer:
Resistencia al deslizamiento
Ahora es obligatorio que todo calzado supere la prueba en baldosa con detergente. Anteriormente, había etiquetados SRA, SRB o SRC. Desde 2022, se elimina esta denominación y se implementa un único ensayo obligatorio. Adicionalmente, si supera también el test en baldosa con glicerina, el calzado puede llevar el marcado SR.
Plantilla anti‑perforación
Se distinguen entre metálicas y no metálicas. Ahora los ensayos se realizan con clavos de 3 mm para materiales no metálicos y de 4,5 mm para metálicos, lo que aumenta la protección.
Marcado FO (resistencia a hidrocarburos)
Antes era obligatorio en calzados S1–S5, ahora es opcional. Se recomienda en entornos con presencia de aceites o gasolina.
Nuevos niveles S6 y S7
Introducidos para cubrir calzados que ofrecen impermeabilidad total o parcial y resistencia extra, especialmente en suelas anti‑perforación y resistentes al agua.
Estas novedades demuestran que la seguridad evoluciona y es fundamental mantenerse actualizado.
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¿Cómo elegir la categoría adecuada?
El calzado de seguridad se categoriza según el nivel de protección básico y complementario:
Categoría | Características esenciales | Uso típico |
SB | Puntera de 200 J y compresión 15 kN. | Obra ligera, cadenas de montaje |
S1 | Añade antiestático, talón cerrado, amortiguación; resiliencia FO opcional. | Industria ligera, talleres. |
S2 | S1 + resistencia a la penetración de agua en la parte superior. | Cultivos al aire libre, zonas húmedas. |
S3 | S2 + plantilla anti‑perforación, suela con tacos. | Construcción, carpintería, mecánica. |
S4/S5 | Todo polímero (tipo II): S4 sin puntera metálica, S5 con plantilla. | Agricultura, entornos muy húmedos. |
S6 | Tipo I: impermeabilidad total, antiestático, talón amortiguado. | Electricistas, mantenimiento. |
S7 | S6 + plantilla anti‑perforación y suela de tacos. | Zonas fangosas, obras pesadas. |
Por ejemplo, si trabajas en construcción con riesgo de clavos, humedad y superficies resbaladizas, un calzado S3 o S7 sería ideal. Nuestros compañeros de Forli pueden informarte si tienes dudas o no saber cuál necesitas.
Recomendaciones para un uso eficaz
1. Evalúa el riesgo
Analiza el entorno que existe alrededor del puesto de trabajo: si existe riesgo de caída de objetos, si se observan zonas resbaladizas o si se detecta la presencia de agua o sustancias químicas.
2. Selecciona el material y ergonomía
Elige materiales como cuero resistente o sintéticos duraderos. Prioriza diseños ergonómicos que prevengan problemas de postura; con un buen soporte de arco, con una buena amortiguación y sobre todo adquiere tallas adecuadas para tus empleados.
3. Asegura un confort y ajuste
Un calzado mal ajustado puede causar fatiga, ampollas o problemas en rodillas y espalda. Lo ideal es probarlo con los calcetines habituales en el momento de compra. Y sobre todo, realizar varias pruebas en distintos modelos (puedes pedirles a tus empleados que los prueben durante algún tiempo antes de comprarlos para toda la plantilla).
4. Conciencia a tus empleados sobre la revisión y mantenimiento
Instruye a tus empleados sobre cómo usar, ajustar y cuidar el calzado. Ayúdales a conocer cómo inspeccionar las suelas, punteras y forros para detectar cualquier anomalía o desgaste y poder realizar un cambio a tiempo. Su uso correcto es tan importante como su certificación.
Guía completa de EPIs: normativa, uso y beneficios
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Conductividad eléctrica y propiedades dieléctricas: aspectos técnicos clave
Uno de los aspectos más críticos –y a menudo subestimados– en el uso de calzado de seguridad es su comportamiento frente a la electricidad. Dependiendo del entorno laboral, se necesita que el calzado actúe como aislante eléctrico, disipador de cargas estáticas, o incluso como conductor controlado.
Tipos según comportamiento eléctrico
Tipo de calzado | Propósito | Marcado común |
A (Antiestático) | Evita acumulación de electricidad estática que podría provocar chispas o interferencias electrónicas. | A |
ESD (Descarga electrostática controlada) | Protege componentes electrónicos sensibles. Ofrece resistencia más baja que el calzado A, disipando cargas sin riesgo. | ESD (símbolo con mano y rayo) |
EH (Aislamiento eléctrico) | Calzado dieléctrico usado en trabajos eléctricos de alto voltaje. Aísla al trabajador del suelo para evitar el paso de corriente. | EH |
Conductivo (C) | Conduce electricidad en ambientes con riesgo de acumulación estática peligrosa (industria de explosivos, por ejemplo). | C |
¿Por qué es importante este aspecto?
- Trabajos eléctricos o en centros de transformación requieren calzado dieléctrico con certificación EH.
- En laboratorios o plantas electrónicas, el riesgo no es de descarga al trabajador, sino a los equipos. Ahí se usa ESD.
- En ambientes con presencia de vapores inflamables o polvo explosivo, es vital evacuar carga estática, por lo que se requiere un calzado conductivo con baja resistencia.
Recomendación técnica
Elige calzado con propiedades dieléctricas o antiestáticas adecuadas solo tras evaluar los riesgos eléctricos específicos del puesto de trabajo. Además, asegúrate de que estén bien conservados: humedad, desgaste de la suela o suciedad pueden alterar su capacidad protectora.
En definitiva, el calzado de seguridad es una barrera fundamental contra accidentes laborales graves. La actualización de la normativa ha mejorado exigencias en deslizamiento, impermeabilidad, anti‑perforación y clasificación. Esto, junto con materiales y apoyos ergonómicos, contribuye a entornos laborales más seguros y confortables.
Por eso, elegir una marca especializada y comprometida con la normativa como Forli y su calzado especializado es de vital importancia.